CULTURALIA. MUJERES EMPODERADAS

NOÉ GUERRA PIMENTEL

La lucha de las mujeres primero por el voto y después por acceder a puestos de representación popular a la par que los varones, ha sido más que prolongada ancestral, tanto que se pierde en las citas del tiempo, condición que en México, quizá por nuestra cultura e idiosincrasia pareciera más arraigada, en ese sentido solo referiré parte de lo ocurrido desde el siglo pasado, precisamente poco antes de que estuviera vigente la actual Constitución, cuando reunido el Constituyente, Hermila Galindo, secretaria de V. Carranza, solicitó otorgaran el voto a la mujer: “La nación y el mundo están pendientes de vuestras labores. Yo espero que el nuevo código que está confiado a vuestro patriotismo contenga disposiciones para que no se excluya a la mujer de la parte activa política y que, por lo tanto, alcance en la nueva situación, derechos que la pongan en la senda de su dignificación”.

Hermila Galindo

En 1918, luego de la promulgación de dicha Carta del 1917, Hermila se lanzó para diputada por el V distrito de la Ciudad de México, no obstante haber obtenido mayoría su triunfo no fue reconocido por el Colegio Electoral. Un lustro después, en 1923, gracias a la legislación yucateca, en Mérida, por primera vez en la historia de México, una mujer, Rosa Torres González, ocupó un cargo en el ayuntamiento, primero regidora y después presidenta municipal. De igual modo, Elvia, hermana del Gobernador Felipe Carrillo Puerto, logró convertirse en la primera mexicana diputada local, electa el 18 de noviembre de 1923 por el V Distrito de Yucatán. No obstante, meses después, al asesinato de su hermano, tuvo que dejar curul y ciudad ante amenazas de muerte.

Asimismo, accedieron a cargos de representación mujeres de San Luís Potosí, donde el gobernador Aurelio Manrique otorgó el derecho a votar y ser electas en los municipios. Acciones semejantes tuvieron lugar en Chiapas en 1925, donde el legislativo dio a la mujer mayor de 18 años los mismos derechos políticos del hombre. Pero no todas corrieron con la misma suerte. Poco después el PNR lanzó a Soledad de Orozco Ávila para diputada por León, Gto., en abril se celebraron los comicios y la junta electoral le dio la victoria, igual que a María del R. García por un distrito de Michoacán. Ni una ni otra llegaron a sus respectivas Cámaras.

El 24 de diciembre de 1946, la Cámara de Diputados aprobó la siguiente adición al Art. 115 constitucional para clarificar la indefinición existente respecto al voto femenino: “En las elecciones municipales participarán las mujeres en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas”. En 1950, cuando en todo el país se contaban en total 27 millones 296 mil 627 habitantes, de los que 13 millones 677 mil 160 eran mujeres haciendo el 50.1 % de la población. Adolfo Ruiz Cortines, candidato del PRI, fue elegido Presidente en 1952. Al año siguiente, en 1953, hace sesenta años, la legislatura federal ratificó una reforma extendiendo el derecho de voto a las mujeres.

Como resultado, Carmen Avilés de Casajuana, resultó Presidenta de Tenancingo, México en 1955 y ese mismo año resultó María del Carmen Martín del C., por el municipio de Aguascalientes; después Virginia Soto en Dolores Hidalgo, Gto. Igualmente, el 3 de julio de 1955, el Colegio Electoral de la Cámara de Diputados, declaró a Aurora Jiménez de Palacios, primera diputada federal electa por el distrito I de B.C., para la XLIII Legislatura. Después de ella, también se validó la elección de: Marcelina Galindo A., de Chiapas; María Gpe. Ursúa, de Jalisco; Remedios A. Esita, del estado de México; y Margarita García F., de Nuevo León.

Acá en Colima, el municipio capitalino se estrenó con la suplencia de una mujer en la alcaldía en ausencia del titular Ricardo Guzmán Nava, fue la Síndico Celsa Virgen Pérez, quien además pasó a la historia como la primera mujer en el Estado en ocupar un cargo de elección popular. Para 1958, Ruiz Cortines fue sucedido por López Mateos. En 1959 Martha Dueñas González fue candidata por el PRI para Villa de Álvarez, Col., lo que logró para ser la primera presidenta municipal por elección en esta entidad, a la par de Norma V. de Zambrano postulada por el PAN, en Garza García, Nuevo León. Continuará

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